APOYO PATERNO…

En 1994 uno de los años donde colaboré con el equipo juvenil de Panamá Metro, no pasamos a los play off, regresando temprano a casa, mi hijo de corta edad convulsionó lo que me permitió trasladarlo de forma oportuna a una clínica, descartando posteriormente toda complicación médica. Siempre Dios sabe lo que hace.